Desperté asustada a media noche por que nuevamente se repetía el mismo sueño que me causaba angustia hace días, me di vuelta y cambie de lado para tratar de volver a Morfeo; pero sin antes ver el rostro de ese ser ajeno a mi desvelo y como todas las noches desde hace ya quince años esta acostado a mi lado, no ha cambiado nada, el tiempo se había detenido en él, se veía tranquilo, sereno, puede que sueñe algo lindo ya que sonríe, me dan ganas de besarlo, hundirme en sus labios y sentirlos míos, ser egoísta y no compartirlo con nadie, pero bueno simplemente toco uno de los mechones de su cabello sacándolo de su rostro: él abre los ojos perezosamente, y nos miramos tratando de leer los pensamientos del otro; me sonríe, estira su brazo con lentitud hacia mi cuerpo, me toma de la cintura y me lleva hacia él, dándome un tierno beso en la frente, apoyo mi cabeza en su pecho, lo que me permite sentir los latidos de su corazón, me parece una canción mágica que me hace volver al hombre que realmente pertenezco en la noche; Morfeo.
Corro escalera abajo para poder llegar a la hora a clases en el taller de pintura, como siempre las sábanas fueron más tentadoras que mis pinturas. Me encontraba sola, tratando de hacer dos sirenas que danzaban en conjunto a las corrientes submarinas, donde los peces, corales y algas son meros observadores; ya han pasado cuatro horas desde que comencé con el cuadro; cuando de repente tocan la puerta, me viene a buscar, hoy cumplo un día más de vida e iremos a algún lugar lujoso como siempre a almoLlegamos cerca de una playa, se sentían las olas romper en las rocas, me sentía atraídas por ellas; quería correr en dirección al sonido, llegar a la orilla y mezclarme con el mar sus olas, su viento y arena. Siento que me llaman a lo lejos camino hacia él, como siempre me llama la atención por dejarme llevar por mis instintos y haberlo dejado solo en el auto, me acerco a él, entre lazando mis manos por detrás de su cuello, me coloco de puntillas para poder llegar a su boca y sentir sus labios, están helados , recién en ese momento comienzo a sentir el frío que hace en la playa, me dice que vayamos al auto a buscar una manta, acepto, y de la nada llega a mi mente el recuerdo de mis zapatos, los cuales quizás ya sea tarde ir en su búsqueda dado que el mar se los ha llevado, nos separamos en direcciones opuestas, caminé y comencé a buscar rápidamente en la superficie arenosa una y otra vez, cuando de repente choco contra algo; mis zapatos.
Con los ojos vendados; podía escuchar como él manejaba, me llevaba a algún lugar de la cuidad, eso creo; luego de un rato me dejó ver una hermosa casa azul como el mar como el mar de mis sirenas; estaba a algunos pasos de las olas, entramos en ella y la recorrimos por todas partes; era inevitable, ya estaba cansada de todo lo que se había hecho durante el día en cambio él no; para terminar nuestro viaje, se nos concedió un hermoso atardecer, donde la casa que estábamos visitando se iluminó de los colores del Astro Rey.
Nuestro destino estaba escrito claramente para nosotros, teníamos una vida por delante y estábamos destinados a vivir juntos por siempre; me abrazaba con fuerza. De repente siento como sus brazos pierden su fuerza soltándome lentamente y su cuerpo va cayendo hasta el suelo, lo abracé, grité su nombre; lloro, siento un vacío formándose en mi interior, veo como se desvanecen las promesas y un destino falsamente probable, me desespero, quisiera partir con él. Entonces despierto, abrazada y siendo reconfortada con un beso lento; lloro de miedo en solo pensar que se puede cumplir mi sueño, pero tengo la esperanza que sea eso, solo un simple sueño; repentinamente me sacan de mis pensamiento con un te amo mi sirena.
Con los ojos vendados; podía escuchar como él manejaba, me llevaba a algún lugar de la cuidad, eso creo; luego de un rato me dejó ver una hermosa casa azul como el mar como el mar de mis sirenas; estaba a algunos pasos de las olas, entramos en ella y la recorrimos por todas partes; era inevitable, ya estaba cansada de todo lo que se había hecho durante el día en cambio él no; para terminar nuestro viaje, se nos concedió un hermoso atardecer, donde la casa que estábamos visitando se iluminó de los colores del Astro Rey.
Nuestro destino estaba escrito claramente para nosotros, teníamos una vida por delante y estábamos destinados a vivir juntos por siempre; me abrazaba con fuerza. De repente siento como sus brazos pierden su fuerza soltándome lentamente y su cuerpo va cayendo hasta el suelo, lo abracé, grité su nombre; lloro, siento un vacío formándose en mi interior, veo como se desvanecen las promesas y un destino falsamente probable, me desespero, quisiera partir con él. Entonces despierto, abrazada y siendo reconfortada con un beso lento; lloro de miedo en solo pensar que se puede cumplir mi sueño, pero tengo la esperanza que sea eso, solo un simple sueño; repentinamente me sacan de mis pensamiento con un te amo mi sirena.
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