Escucha lo que realmente quiere tu corazón.... pueden pasar muchas cosas, pero él te ayudará a encontrar el camino correcto para poder seguir adelante.
Elofes significa amigos, una palabra muy importante en la vida de cualquier persona, pero ¿qué pasa cuando estas no nos quiere escuchar? todo es inutil y nos sentimos solos en el mundo, pero es aquí cuando descubrimos a personas que realmente se preocupan por ti.
Es dificil creer que hay personas que te apoyan y se preocupan de ti, que te concideran una amiga apesar de que uno no les dedica mucho tiempo; pero estan ahi; cuando te ven mal y saben que necesitas de alguien, aunque quizás sus palabras no te sirvan de mucho.... estan ahi y eso es lo que importa.
Ya estaba saliendo el sol, y podían ver con mayor claridad donde se encontraban; agotados, desnudos y con frío, estaban todos juntos tratando de darse calor. No comprendían que había sucedido, pero una sola cosa era clara:
La soledad los invadía y no había señales de vida…
La supervivencia era lo único que tenían en mente. Por esto, los cinco niños decidieron salir a explorar. Antonia y Alejandra caminaron por la orilla de la playa; mientras que Ignacio, Javier y Fernando hacia el interior de la selva.
En las profundidades de la jungla, la gran frondosidad de los árboles ocultaba cada detalle a la vista de los niños. Era necesario buscar una forma de cubrir sus cuerpos; Fernando dotado de perspicacia, pensó que las grandes hojas de las palmeras, serían un buen material para crear vestimenta, pronto se haría tarde y lo principal para ellos era resguardarse del frío y la humedad de la noche. Rasgaron las enormes hojas y las trenzaron con el fin de tapar más sus cuerpos. Y cortaron más para llevarlas a sus hermanas.
Ignacio alerta frente a lo que pudiera suceder, miraba hacia lo lejos y atentamente escuchaba un ruido constante. Tratando de descubrir que era, les dice a sus hermanos lo que siente. Los tres en silencio, sin emitir ningún ruido, oyen un pequeño sonido que era muy agradable a los oídos. Javier levemente susurra; “Es agua”. El trío comienza a caminar con la finalidad de acercarse más a la melodía. Ignacio fija atentamente la vista en un pequeño reflejo de un destello de rayo de sol, corre hacia él, y grita a sus hermanos “¡Es una vertiente! ¡Tenemos agua!”. Fernando, Javier e Ignacio deciden volver donde sus hermanas, y para no perder el grandioso hallazgo, comienzan a quebrar ramas de pequeños árboles y así regresar.
Mientras tanto las hermanas detenidamente recorrían la playa para ver que encontraban. Antonia distingue a unos pocos metros un risco, sujeta fuertemente la mano de su hermana y corre velozmente hacia él para observarlo de más cerca. A los pies del risco, escondida entre las rocas se asomaba la entrada de una cueva. Inmediatamente Antonia pensó que ése sería su refugio. Entusiasmada con la idea, decide ingresar a este inmenso agujero, pero Alejandra toma su mano impidiéndoselo, y le dice: “¡Estas loca! ¡Qué pasaría si hubiese algo allí adentro, capaz que hayan murciélagos o algún animal salvaje!”. Antonia se detiene y profundiza en las palabras de su hermana. Pues no quería morir a garras de depredadores, y sobre todo delante de su hermana.
Pero aun así el deseo de ingresar a la cueva no la detuvo frente al riesgo, tomó una roca del tamaño de un balón de fútbol y la azotó contra el peñasco. Intrépidamente la idea que había pasado por su mente, se había vuelto realidad. Tan grande fue el golpe que recibió la roca, que se fragmentó en múltiples pedazos, de los cuales uno de los más grandes tenía en sus bordes filo. Alejandra rió por la intrepidez de su compañera diciéndole: “¿Con eso te defenderás? “.
“Claro que sí”, respondió Antonia segura de lo que decía. “Quédate fuera por si llegan los chicos, yo entraré a investigar si es un lugar seguro para todos”.
Alejandra impotentemente ve cómo se aleja la silueta de su hermana dentro de la cueva. Sin saber qué hacer, y con la vaga sensación de no volver a ver a Antonia, se aleja de la caverna y se sienta esperándola en una roca a la orilla del mar.
Al llegar al punto de encuentro acordado, los niños vieron que sus hermanas no se hallaban. Ignacio preocupado por ellas, buscó y siguió las huellas marcadas en la arena. Cuando al fin encontraron a Alejandra jugando entre las pequeñas olas, pudieron ver lo que las chicas habían descubierto.
Al pararse Fernando en la entrada de la cueva, ve regresando a su hermana de las profundidades de ésta.
¡Tonta! ¿Cómo se te ocurre arriesgarte tanto? -le dice él.
¡Cierra tu boca y escucha lo que te voy a decir! – responde - este lugar es increíble, ningún animal habita la cueva, solo insectos y plantas pequeñas, es un lugar perfecto para dormir y refugiarnos en él, incluso hay un pequeño riachuelo que emerge de un lugar entre las rocas.
Al escuchar las palabras de Antonia, los cinco hermanos se miran entre sí, y sin decir ninguna palabra todos toman la decisión de entrar a la cueva para observar con sus propios ojos, el increíble lugar; su refugio.
Ignacio menciona la claridad que existe dentro de ésta. Por lo que era un lugar perfecto para hospedarse mientras estuviesen en la isla y a la vez les comenta a sus hermanos del otro asombroso hallazgo que ellos encontraron. Pero para su nuevo hogar debían buscar objetos para implementarla, como también tratar de cerrar un poco la entrada. Para esta última tarea los niños salieron en busca de ramas lo suficientemente largas como para utilizarlas de soporte y poder cubrirlas con hojas de palmeras. Las niñas se dedicaron a limpiar la cueva por dentro, quitando algunas plantas y piedras para dejar un lugar donde dormir. Alejandra sale de la cueva y mira a su alrededor. Toma los restos de piedras destruidos por su hermana y camina hacia las palmeras; con la piedra afilada, corta las hojas de las plantas y fabrica ropa entrelazando las hojas entre sí, y al reunir un buen resto de ellas, las arrastra hacia la cueva y dice, con una pequeña sonrisa en su rostro a sus hermanos:
“Traje nuestras camas…”
Sus hermanos la miran, y riéndose corren a ayudarla, reuniendo más hojas para fabricar sus camas.
Al terminarlas, se ponen de acuerdo para ir a buscar alimentos para la noche, sacando frutos de las palmeras, como cocos, plátanos y semillas comestibles.
Así pasaron la tarde y llegó la noche, la cual trajo consigo al frío.
Cuando todos estaban reunidos dentro de la cueva. Era tanto el fresco de la noche, que sin nada más abrigado para taparse que lo que ellos mismos habían tejido, comenzaron a idear la forma de obtener fuego.
Se les ocurrieron variadas formas, algunas extrañas y otras sacadas de películas o cuentos, pero habían llegado a dos soluciones: una era intentar con dos piedras chocándolas hasta lograr alguna chispa que prendiese las hojas y pastizal seco y la otra frotando dos ramas entre si y, obtener que por medio de la fricción y calor se prendiese.
Se dividieron en dos grupos, con la intención que con un poco de suerte a uno le resultase. Y así fue, no más allá de media hora, Fernando y Alejandra lo habían logrado con los palos; ahora solo tenían que estar atentos de alimentarlo constantemente, para que no se les apagara.
Cuando se fue avivando el fuego, todos los niños se inclinaron hacia él para calentar sus cuerpos.
Como ya era tarde, cada minuto que hacía pasar la noche fue cargando sus párpados de sueño. Ignacio miró a sus hermanos y les dijo:
“Doy gracias a Dios porque estemos los cinco sanos y salvos dentro de este refugio”.
Acomodó las camas todas cercas unas de las otras rodeando la fogata y alrededor de esta última, colocó piedras a su alrededor con la intención de que ésta no creciera.
Y se acostaron todos abrazados, esperando que pronto los fueran a socorrer.
Al día siguiente, cuando Javier abrió sus dulces y enormes ojos, observó detenidamente cómo los rayos del sol se asomaban por los pequeños agujeros del riachuelo. Elevó su cuerpo quedando sentado y extendió sus brazos, avisando que ya era de día.
El fuego se había consumido, pero el sol de la mañana era tan poderoso, que al grado que se hacía más tarde, los abastecía de calor. Antonia recogió las cáscaras de los cocos partidos y razonó que ellos servirían para transportar agua e incluso calentarla. Por esto, aglomeró agua del riachuelo en los cocos y en grandes hojas que también servirían de fuentes. Se lavó el rostro y limpió su cuerpo, Alejandra la siguió en el mismo proceder.
Ignacio en sus cualidades de audacia y aplomo, creó con las piedras afiladas y una rama fuerte y corteza sacada de un árbol; una lanza. Todo esto, con el fin de ir a pescar.
Muy seguro de que su herramienta serviría, la cogió y se dirigió a los árboles para ensayar su puntería. Pero aun así no lo logró, pues no se veía ningún pez.
Mientras tanto, Fernando se acercó a los roqueríos de la playa y comenzó a buscar moluscos pegados a rocas o enterrados, peces, crustáceos. Él sabía que aquellos se podían consumir crudos, asados o hervidos.
Javier se había enfocado en la tarea de la recolección de madera, hojas o maleza seca para alimentar el fuego cuando cocinaran o para la noche.
Por otra parte Antonia y Alejandra se dedicaron a recolectar frutos frescos para comer.
Al rato después, con mucha suerte, Fernando haya moluscos pegados a las rocas y los lleva hacia donde estaba Antonia. Ella con el agua hervida dentro de los cocos y en una nueva fogata creada por las manos de Javier, cocinaron los moluscos y los consumieron con gran alegría.
Luego de comer al fin, después de tanto trabajo. Pensaron en cómo podrían comunicarse con otros para que los fuesen a rescatar.
Encendieron fuego en la playa, para que el humo negro de éste se viera como señal, subieron al lugar más alto de la isla, para ver si existían más islas a su alrededor o solo estaban rodeados de agua, pero a pesar de todos los esfuerzos, no recibían ninguna señal.
Así con el pasar de los días siguieron aprendiendo a sobrevivir en este lugar nunca antes tocado por el hombre, y manteniendo la firme esperanza de que alguien los encontraría y sacaría de ahí.
… Como cada nuevo día, ya estaba saliendo el sol, y podían ver con mayor claridad donde se encontraban; agotados, medio desnudos y con frío, estaban todos juntos tratando de darse calor. No comprendían aun que había sucedido, pero una sola cosa era clara:
La soledad los invadía y no había señales de vida…
Si sientes que todo perdió su sentido, siempre habrá un ¨te quiero¨, siempre habrá un amigo. Un amigo es una persona con la que se puede pensar en voz alta.
No puedo dejar de ver tus ojos, pienso en tí en cada instante, me siento ajena a esta vida, quiero nacer nuevamente y estar a tu lado por siempre, cerrar mis ojos y sentir tú aroma, poder tocar tus manos y abraarme a tí como desde siempre.
Sentada acá a tú lado, recuerdo esos días fríos de invierno donde nos recostamos abrazados y nos tapábamos con esos chales hechos por nuestras amigas; sintiendo tus labios cerca de mí y escuchando tu corazón al igual que tantas veces.
Te amo y creo que me costaría dejar de amarte, recuerdo esos besos que parten por la boca, bajan por el cuello y siguen por la espalda.
Quisiea estar contigo, pero ahora estás lejos y es difícil saber cuando nos volveremos a encontrar, ahora tu vida es mejor, las dificultades que te agobiaban han quedado a un lado, ya no hay dolor ni angustia, estás mejor allá que acá, y eso me hace felíz.
Cuando el SOL y la LUNA se encontraron por primera vez se enamoraron perdidamente y desde ahí comenzaron a vivir un gran amor.
El mundo aun no existía y el día que Dios decidió crearlo, les dio un toque final… ¡el brillo!
Dios decidió que el SOL iluminaría el día y que la LUNA iluminaría la noche y por ese motivo estarían obligados a vivir separados.
Ambos fueron invadidos por una gran tristeza y cuando se dieron cuenta que nunca más se encontrarían…
La LUNA fue quedándose cada vez más triste. A pesar del brillo dado por Dios, ella se sentía sola.
El SOL a su vez, había ganado un titulo de nobleza “ASTRO REY” pero eso tampoco le hizo feliz.
Dios viendo esto los llamó y les explicó:
Tú, LUNA, iluminarás las noches frías y calientes, encantarás a los enamorados y serás frecuentemente protagonista de hermosas poesías.
En cuanto a ti SOL, mantendrás ese título porque serás el más importante de los astros, iluminar la Tierra durante el día, darás calor al ser humano y solo eso hará a las personas más felices.
La LUNA mas triste se puso con ese cruel destino y lloró amargamente y el SOL al verla tan triste, decidió que no podría ser débil, ya que debía darle fuerzas y ayudarla a aceptar lo que Dios había decidido.
Aun así, el estaba tan preocupado que decidió pedirle algo a Dios:
Señor, ayúdale a la LUNA por favor, es mas frágil que yo, no soportará la soledad…
Y Dios… en su gran compasión… creó las estrellas para hacerle compañía a la bella LUNA.
La LUNA siempre que esta muy triste recurre a las estrellas que hacen de todo para consolarla, pero casi nunca lo consiguen.
Hoy ambos viven así… separados, el SOL finge que es feliz, y la LUNA no puede disimular su tristeza.
El SOL arde de pasión por ella y ella vive en las tinieblas de su pena.
Dicen que la orden de Dios era que la LUNA debería de ser siempre llena y luminosa, pero no lo logró… porque es mujer y una mujer tiene fases… Cuando es feliz, consigue ser llena, pero cuando es infeliz es menguante, ni siquiera es posible apreciar su brillo.
LUNA y SOL siguen su camino. El solitario pero fuerte y ella, acompañada de las estrellas, pero débil.
Los hombres intentan constantemente conquistarla, como si eso fuese posible. Algunos han ido incluso hasta ella, pero han vuelto siempre solos. Nadie jamás ha conseguido traerla hasta la tierra, nadie realmente ha conseguido conquistarla por más que lo intentaron.
Sucede que Dios decidió que ningún amor en este mundo fuese realmente imposible, ni siquiera el de la LUNA y el SOL… fue en ese instante cuando El creo el Eclipse.
Hoy SOL y LUNA viven esperando ese instante, esos momentos que les fueron concedidos y que tanto cuestan que sucedan.
Cuando mires al cielo, a partir de ahora y veas que el SOL cubre a la LUNA es porque el SOL se acuesta sobre ella y comienzan a amarse. Es a ese acto de amor al que se le dio el nombre de Eclipse.
Es importante recordar que el brillo de su éxtasis es tan grande que se aconseja no mirar al cielo en ese momento, tus ojos pueden cegarse al ver tanto amor.
Ahora ya sabes… esta es la bella historia del SOL y la hermosa LUNA, esa historia que fue capas de erizar tu cuerpo al pensar que puede ser tu historia de amor…
Desperté asustada a media noche por que nuevamente se repetía el mismo sueño que me causaba angustia hace días, me di vuelta y cambie de lado para tratar de volver a Morfeo; pero sin antes ver el rostro de ese ser ajeno a mi desvelo y como todas las noches desde hace ya quince años esta acostado a mi lado, no ha cambiado nada, el tiempo se había detenido en él, se veía tranquilo, sereno, puede que sueñe algo lindo ya que sonríe, me dan ganas de besarlo, hundirme en sus labios y sentirlos míos, ser egoísta y no compartirlo con nadie, pero bueno simplemente toco uno de los mechones de su cabello sacándolo de su rostro: él abre los ojos perezosamente, y nos miramos tratando de leer los pensamientos del otro; me sonríe, estira su brazo con lentitud hacia mi cuerpo, me toma de la cintura y me lleva hacia él, dándome un tierno beso en la frente, apoyo mi cabeza en su pecho, lo que me permite sentir los latidos de su corazón, me parece una canción mágica que me hace volver al hombre que realmente pertenezco en la noche; Morfeo.
Corro escalera abajo para poder llegar a la hora a clases en el taller de pintura, como siempre las sábanas fueron más tentadoras que mis pinturas. Me encontraba sola, tratando de hacer dos sirenas que danzaban en conjunto a las corrientes submarinas, donde los peces, corales y algas son meros observadores; ya han pasado cuatro horas desde que comencé con el cuadro; cuando de repente tocan la puerta, me viene a buscar, hoy cumplo un día más de vida e iremos a algún lugar lujoso como siempre a almoLlegamos cerca de una playa, se sentían las olas romper en las rocas, me sentía atraídas por ellas; quería correr en dirección al sonido, llegar a la orilla y mezclarme con el mar sus olas, su viento y arena. Siento que me llaman a lo lejos camino hacia él, como siempre me llama la atención por dejarme llevar por mis instintos y haberlo dejado solo en el auto, me acerco a él, entre lazando mis manos por detrás de su cuello, me coloco de puntillas para poder llegar a su boca y sentir sus labios, están helados , recién en ese momento comienzo a sentir el frío que hace en la playa, me dice que vayamos al auto a buscar una manta, acepto, y de la nada llega a mi mente el recuerdo de mis zapatos, los cuales quizás ya sea tarde ir en su búsqueda dado que el mar se los ha llevado, nos separamos en direcciones opuestas, caminé y comencé a buscar rápidamente en la superficie arenosa una y otra vez, cuando de repente choco contra algo; mis zapatos. Con los ojos vendados; podía escuchar como él manejaba, me llevaba a algún lugar de la cuidad, eso creo; luego de un rato me dejó ver una hermosa casa azul como el mar como el mar de mis sirenas; estaba a algunos pasos de las olas, entramos en ella y la recorrimos por todas partes; era inevitable, ya estaba cansada de todo lo que se había hecho durante el día en cambio él no; para terminar nuestro viaje, se nos concedió un hermoso atardecer, donde la casa que estábamos visitando se iluminó de los colores del Astro Rey.
Nuestro destino estaba escrito claramente para nosotros, teníamos una vida por delante y estábamos destinados a vivir juntos por siempre; me abrazaba con fuerza. De repente siento como sus brazos pierden su fuerza soltándome lentamente y su cuerpo va cayendo hasta el suelo, lo abracé, grité su nombre; lloro, siento un vacío formándose en mi interior, veo como se desvanecen las promesas y un destino falsamente probable, me desespero, quisiera partir con él. Entonces despierto, abrazada y siendo reconfortada con un beso lento; lloro de miedo en solo pensar que se puede cumplir mi sueño, pero tengo la esperanza que sea eso, solo un simple sueño; repentinamente me sacan de mis pensamiento con un te amo mi sirena.
Me gusta la gente libre de corazón y justa de palabra, que sepa cuando esta mal y entienda a otro por su actuar........ saber que estan dispuestos a perdonar y que también lo pidan.... la gente sincera y que realmente muestra lo que dice su corazón.... los que llevan la verdad por delante y hacen de su vida una alegria para todos.... los que lloran y a trevés de esas lágrimas, te demuestren su alma tan pura y delicada..... me gusta la gente que es un ejemplo para mí.